Mi viaje a Salta
Publicado: Dom Nov 06, 2016 2:07 pm
Me tomé unas pequeñas vacaciones en Salta, mi lugar en el mundo, ya que tras haber vivido hace ya mucho tiempo dos años en la Capital de Salta fue suficiente para enamorarme de la Provincia, para mí la más linda, además que conservo a lo largo de los años muchas amistades "de fierro" como suele decirse. Es el lugar donde encuentro la paz, la felicidad, el lugar que me da energía, por eso voy a dejarles un montón de imágenes, a ver si alguno se contagia y se anima a hacer un viaje y conocer uno de los lugares más lindos que tenemos en este país.
Tengo una imagen grande del trazado de ruta con las Estaciones de servicio marcadas, pero esta página no admite el tamaño y los servidores para subir imágenes la achican, así que si a alguien le interesa me la pide y se la envío por mail.
Por Dios, olvídense del Garmin y la basura de cartografía actual, parece que quienes hacen hoy la cartografía viven encerrados en una cueva y no tienen ni la más mínima idea, las alternativas que da para ir a Salta son un asco, me quería mandar por la ruta 11, solo un idiota tomaría ese camino, al igual que las alternativas que daba en Salta a los lugares que fuí, y que por suerte yo conozco, la cartografía parece hecha por un chimpancé drogado, realmente al que la hizo es para sacarle los dientes con una tenaza. Pensar que la cartografía hasta hace unos 7 años era extraordinaria, la tengo en un Garmin viejito, pero ahora me parece que la estan levantando de Google Maps porque tira las mismas alternativas ridículas y aberrantes que nadie que conozca un poco la ruta tomaría ni por error. Mi consejo, pónganlo en modo "ver mapa" si quieren ver por donde están yendo pero no pongan "destino" porque los va a meter en un infierno además de hacer km de más, y tampoco es confiable, en un tramo en Santa Fe yo estaba yendo por la Ruta 34 y me mostraba como que iba por una ruta paralela, un desastre. No hay mejor forma de saber en que ruta están que viendo los mojones.
Yo opto por la Ruta Nacional 34, que es linda, tranquila, no pasa por ciudades grandes como la Ruta 9 que termina siendo una tortura. La única ciudad que atraviesa la 34 pero es muy chiquita es Rafaela, en Santa Fe.
Lo bueno de la 34 es que no hay que preocuparse de las camineras, que por más que uno tenga todo en regla no dejan de ser molestas y en algunos lugares bastante desagradables. De todas formas, cada tanto a las perdidas se atraviesa un pueblito que no llega a 10 cuadras, y como todos tienen cámaras de foto.multas pero hay carteles y está muy bien señalizado, y las cámaras se ven perfectamente en columnas de alumbrado.
Así son los avisos:
El viaje por la Ruta 34 toca solamente las provincias de Santa Fe, Santiago del Estero, apenas raspa el límite Noroeste de Tucumán para estar ya en la provincia de Salta. En el camino algunos controles que ni molestan, solo controlan Camiones.
Acá les dejo el listado de estaciones de servicio Shell e YPF que abundan por demás sobre las truchas (no carguen Oil o Refinor si no quieren tener problemas)
Una vez en Salta, entrás al paraiso, todo funciona distinto, funciona para bien, los controles en las rutas ni te piden documentos, si te paran es para aconsejarte, para informarte del estado de las rutas o prevenirte sobre algo en el camino, el único lugar que conozco donde aplica la palabra "prevención" y no "recaudación" como en otros lugares. Las rutas están hermosas, y algo admirable, en Salta no hay peajes, tan solo uno de $ 5 entrando a la provincia y porque es un tramo de la Ruta 9 compartido con la 34, sí cinco pesos, ni existe, y las autopistas en la ciudad son gratuitas, te movés de un extremo a otro de la capital en apenas 10 minutos y sin tránsito.
Como ya quedaron atrás las épocas en que manejaba 1500 km de un tirón, partí el viaje en dos mitades, haciendo una parada para hecer una noche en Ceres, Santa Fe, que queda a mitad de camino, descubriendo un pueblo deslumbrante, por lo moderno, por sus construcciones, el orden y la pulcritud de la Ciudad, con sus hermosas calles, veredas y construcciones, con la calidez del interior y un restaurante con sus comidas que hasta superan las de mamá, y un hotel impecable en cada detalle. No van a encontrar lugar más perfecto para hacer una parada.
Nochecita en Grand Hotel Ceres, cochera cómoda y techada integrada al Hotel, así que solo bajé del auto un bolsito con lo elemental
Cena a la vuelta en Restaurante Bon Appetite, la suprema más grande y mas rica que haya comido, realmente enorme, el pollo medía 1,85 m, lo mataron entre cuatro.
A la mañana una vueltita por Ceres, y compra de algún agua saborizada para el camino
Llegada a Salta y alojamiento en El Castillo de San Lorenzo, realmente un pendiente, un sueño hecho realidad, de jopende pasaba por el Castillo camino a la Quebrada con amigos y estaba abandonado, uno no podía no parar a admirarlo, era una frenada inevitable, un hechizo, siempre pensaba lo hermoso que sería vivir en un lugar así, quien iba a pensar que 34 años después iba a cumplir mi sueño, aunque sea por 10 días, ya la verdad que valió la pena, quedé maravillado no solo por el lugar y su historia, sino también por la cálida atrención de su dueño, la gerente María Eugenia, y las chicas y muchachos que componen el personal del lugar, una experiencia inolvidable, y muy recomendable.
Un Hall que da hacia la parte posterior donde se encuentra el estacionamiento, como se haya construido en una pendiente del cerro la planta baja posterior equivale al primer piso del frente.
Entrar en la habitación por primera vez me dejó con la boca abierta, era enorme, dos puertas balcón, una pequeña terraza, y baño con yacuzzi, realmente fue mucho más de lo que esperaba.
Vista a la Quebrada de San lorenzo
Y un visitante mañanero
El pasadizo que da al Salón Restaurante donde tomábamos tan exquisito desayuno que me vine con 4 kg de más
Una vista nocturna
El lugar de descanso para la Eco
Tengo una imagen grande del trazado de ruta con las Estaciones de servicio marcadas, pero esta página no admite el tamaño y los servidores para subir imágenes la achican, así que si a alguien le interesa me la pide y se la envío por mail.
Por Dios, olvídense del Garmin y la basura de cartografía actual, parece que quienes hacen hoy la cartografía viven encerrados en una cueva y no tienen ni la más mínima idea, las alternativas que da para ir a Salta son un asco, me quería mandar por la ruta 11, solo un idiota tomaría ese camino, al igual que las alternativas que daba en Salta a los lugares que fuí, y que por suerte yo conozco, la cartografía parece hecha por un chimpancé drogado, realmente al que la hizo es para sacarle los dientes con una tenaza. Pensar que la cartografía hasta hace unos 7 años era extraordinaria, la tengo en un Garmin viejito, pero ahora me parece que la estan levantando de Google Maps porque tira las mismas alternativas ridículas y aberrantes que nadie que conozca un poco la ruta tomaría ni por error. Mi consejo, pónganlo en modo "ver mapa" si quieren ver por donde están yendo pero no pongan "destino" porque los va a meter en un infierno además de hacer km de más, y tampoco es confiable, en un tramo en Santa Fe yo estaba yendo por la Ruta 34 y me mostraba como que iba por una ruta paralela, un desastre. No hay mejor forma de saber en que ruta están que viendo los mojones.
Yo opto por la Ruta Nacional 34, que es linda, tranquila, no pasa por ciudades grandes como la Ruta 9 que termina siendo una tortura. La única ciudad que atraviesa la 34 pero es muy chiquita es Rafaela, en Santa Fe.
Lo bueno de la 34 es que no hay que preocuparse de las camineras, que por más que uno tenga todo en regla no dejan de ser molestas y en algunos lugares bastante desagradables. De todas formas, cada tanto a las perdidas se atraviesa un pueblito que no llega a 10 cuadras, y como todos tienen cámaras de foto.multas pero hay carteles y está muy bien señalizado, y las cámaras se ven perfectamente en columnas de alumbrado.
Así son los avisos:
El viaje por la Ruta 34 toca solamente las provincias de Santa Fe, Santiago del Estero, apenas raspa el límite Noroeste de Tucumán para estar ya en la provincia de Salta. En el camino algunos controles que ni molestan, solo controlan Camiones.
Acá les dejo el listado de estaciones de servicio Shell e YPF que abundan por demás sobre las truchas (no carguen Oil o Refinor si no quieren tener problemas)
Una vez en Salta, entrás al paraiso, todo funciona distinto, funciona para bien, los controles en las rutas ni te piden documentos, si te paran es para aconsejarte, para informarte del estado de las rutas o prevenirte sobre algo en el camino, el único lugar que conozco donde aplica la palabra "prevención" y no "recaudación" como en otros lugares. Las rutas están hermosas, y algo admirable, en Salta no hay peajes, tan solo uno de $ 5 entrando a la provincia y porque es un tramo de la Ruta 9 compartido con la 34, sí cinco pesos, ni existe, y las autopistas en la ciudad son gratuitas, te movés de un extremo a otro de la capital en apenas 10 minutos y sin tránsito.
Como ya quedaron atrás las épocas en que manejaba 1500 km de un tirón, partí el viaje en dos mitades, haciendo una parada para hecer una noche en Ceres, Santa Fe, que queda a mitad de camino, descubriendo un pueblo deslumbrante, por lo moderno, por sus construcciones, el orden y la pulcritud de la Ciudad, con sus hermosas calles, veredas y construcciones, con la calidez del interior y un restaurante con sus comidas que hasta superan las de mamá, y un hotel impecable en cada detalle. No van a encontrar lugar más perfecto para hacer una parada.
Nochecita en Grand Hotel Ceres, cochera cómoda y techada integrada al Hotel, así que solo bajé del auto un bolsito con lo elemental
Cena a la vuelta en Restaurante Bon Appetite, la suprema más grande y mas rica que haya comido, realmente enorme, el pollo medía 1,85 m, lo mataron entre cuatro.
A la mañana una vueltita por Ceres, y compra de algún agua saborizada para el camino
Llegada a Salta y alojamiento en El Castillo de San Lorenzo, realmente un pendiente, un sueño hecho realidad, de jopende pasaba por el Castillo camino a la Quebrada con amigos y estaba abandonado, uno no podía no parar a admirarlo, era una frenada inevitable, un hechizo, siempre pensaba lo hermoso que sería vivir en un lugar así, quien iba a pensar que 34 años después iba a cumplir mi sueño, aunque sea por 10 días, ya la verdad que valió la pena, quedé maravillado no solo por el lugar y su historia, sino también por la cálida atrención de su dueño, la gerente María Eugenia, y las chicas y muchachos que componen el personal del lugar, una experiencia inolvidable, y muy recomendable.
Un Hall que da hacia la parte posterior donde se encuentra el estacionamiento, como se haya construido en una pendiente del cerro la planta baja posterior equivale al primer piso del frente.
Entrar en la habitación por primera vez me dejó con la boca abierta, era enorme, dos puertas balcón, una pequeña terraza, y baño con yacuzzi, realmente fue mucho más de lo que esperaba.
Vista a la Quebrada de San lorenzo
Y un visitante mañanero
El pasadizo que da al Salón Restaurante donde tomábamos tan exquisito desayuno que me vine con 4 kg de más
Una vista nocturna
El lugar de descanso para la Eco